Por Celia Iñiguez Sánchez y Miguel Angel del Puerto
A finales del año 2003 y principios de 2004 realizamos un estudio de Antropología Física, midiendo con instrumental especifico restos humanos, en nuestro caso cráneos deformados intencionalmente.
Medimos cráneos de distintos contextos culturales: Mayas, Tiahuanacos y Malayo-Polinesios y los comparamos con cráneos con deformación no intencional, es decir, con malformación genética o craneosinóstosis.
Con este estudio y sus conclusiones desarrollamos dos líneas argumentales principales:
Con este estudio y sus conclusiones desarrollamos dos líneas argumentales principales:
- La primera fue LA HIPOTESIS FISIOPATOLOGICA DE LA DEFORMACION CRANEAL ( 2004) que postula la intencionalidad de la deformación como un comportamiento ritual, propio en clases sociales político- religiosas de la antigüedad, intentando IMITAR UN MODELO. Este modelo, y según esta hipótesis, quedaba reflejado en ciertas ENFERMEDADES CONGÉNITAS que la Medicina contempla actualmente.
Si contemporizamos este concepto, implica que la clase elite de la antigüedad deformaba las cabezas de su progenie intentando que adoptaran rasgos físicos incluidos en “enfermedades conocidas”.
Figuras de execración, con evidentes signos deformatorios.
Siglos XIII-XII AC, Sumer. Museo del Louvre
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- Por otro lado, el estudio recoge los registros que pudimos recabar de DEFORMACION CRANEAL INTENCIONAL EN LA HISTORIA, comprobando su difusión PANCULTURAL a lo largo de miles de años.
Este segundo punto es el que vamos a tratar en este apartado, dejando el desarrollo de la Hipotesis Fisiopatológica de la Deformación Craneal para más adelante.
DEFORMACION CRANEANA INTENCIONAL: UN FENÓMENO PANCULTURAL
De manera no acertada se considera que la deformación craneal intencional es un fenómeno cultural exclusivo del continente americano. Si bien es evidente que la riqueza y profusión que esta adquiere en dicho continente no tiene parangón con ninguna otra localización, no deja de ser más que interesante un estudio que confronte series de deformaciones craneanas intencionales de diversos ámbitos culturales, que es lo que nosotros hemos realizado.
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Fragmento de vasija con desfile de personajes con cráneo deformado.
IV milenio AC, Irán. Museo del Louvre. Evidencia la deformación craneal en,
al menos, 5000 años de antigüedad.
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Herodoto, Hipócrates y Pompius Mela relataron cómo se deformaban intencionalmente los cráneos de los niños de corta edad en las costas de Pontus Euxinos, en las costas de lo que actualmente conocemos como MAR NEGRO. Les llamaron los MACROCEPHALI, y practicaron la deformación como ideal de nobleza.
Estela del periodo hitita, con inscripciones jeroglíficas
entre las cuales parecen evidenciarse dos tipos de deformación craneal.
Siglo X AC, Izgin, Turquía. Museo Arqueológico de Estambul.
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El pueblo SIGIO, asentado en el CAUCASO, tenía la misma costumbre, y Estrabón también menciona la deformación como presente en las riberas del VALLE DEL DANUBIO.
Broca postula que en EURASIA los primeros pueblos deformadores, y otras tribus de los alrededores del LAGO BAIKAL, fueron los CIMERIANOS, que habitaban en los alrededores de Pontus Euxinos, en la península de Crimea y Mar de Azov (Palus Meotides) y provenían
de Asia Central.
de Asia Central.
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en la cuenca del Danubio, y ocupando desde ahí la Galia, Helvecia, Bohemia y Britania. Meigs estudió un cráneo con deformación intencional occipital procedente de las riberas del Lago Baikal. Y Blumenbach, en su Decades Craniorum, incluye otro ejemplar, al que denominó Macrocephalus Asiático, es el llamado Cráneo de Jerusalén, y fue encontrado por Barclay en 1856 en una caverna cerca de DAMASCO, cuyo esqueleto era particularmente más alto y robusto.
Figura humana modelada en barro, con evidentes
signos de elongación craneana, VII milenio AC,
Jordania. Museo del Louvre. Sitúa la deformación
craneal en una antigüedad de 8000 años
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Daniel Wilson, atribuyó el origen y la difusión de la deformación intencional del cráneo a la expansión por Europa en el siglo V a.C. de los hunos avaros de origen mongol. Aunque esto no explica los cráneos deformados de Pontus Euxinos, los Macrocephali descritos por Hipócrates y Herodoto.
Lenhossek, estudiando los yacimientos hunos de Csongrad, llega a las mismas conclusiones que Broca, que los pueblos deformadores de cráneos del siglo VI aC eran los Cimerianos.
Durante la EDAD MEDIA, los marinos GENOVESES y de los PAISES BAJOS, deformaron la cabeza de sus hijos, según Vesalio, Scaliger y Spigelio. En 1566, Scaliger, en su Comentaria Theophrasti, atribuyó esta costumbre al contacto de estos marinos con los pueblos del Islam.
En 1568, Vesalio ilustra su De Humani Corporis Fabrica con cabezas deformadas, afirmando que la deformación era una costumbre entre los belgas.
Lámina ilustrativa de la obra de Vesalio
"De Humani Corporis Fabrica", con cabezas
deformadas como una tipología más.
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En 1634, Laurenberg, refiere la deformación intencional del cráneo en los niños de HAMBURGO.
En Deux-Sevres, Lunier describe entre los FRANCESES el Bandeau, que venda fronto-occipitalmente durante los dos primeros meses de vida la cabeza de los niños franceses de los SIGLOS XVII y XVIII. Posteriormente, era substituido por una cofia reforzada por un hilo metálico; a esta deformación anular se le llamó Toulosaine. También en Francia, en Normandía, registra deformaciones craneofaciales en infantes, producidas por cofias reforzadas con aros metálicos, semejantes a la deformación de Deux-Sevres. Estas deformaciones, menos traumáticas, ya no tienen referencias tan claras de asociación con clases sociales de elite, aunque sin duda implicaban un cierto sentido de distinción. Perdiéndose pues desde un punto de vista Antropológico Social el fundamento ideológico que las originó.
Fotografía de individuo con deformación toulosaine. Origen: "Deformación craneal artificial" (Wikipedia |
Se describen igualmente gorros con fines deformantes en Vendes de Lusacia, RUMANÍA, y en RUSIA; estas últimas estudiadas por Prokosky.
En Laponia, región que se extiende por las zonas del norte de NORUEGA, SUECIA, FINLANDIA y la PENINSULA DE KOLA, la deformación intencional obedecía a ideales estéticos e higiénicos.
En el CONTINENTE AFRICANO también se difunden las deformaciones craneofaciales. Imbelloni delimitó todo el CINTURON SUBSAHARIANO como zona de deformaciones intencionales. Son clásicas y pretéritas las del pueblo nubio, en el actual Sudán, al sur de EGIPTO. Y es en el contexto cultural egipcio donde las anomalías de la forma craneana se asocian quizás con más claridad al concepto de realeza y clase sacerdotal.
En el siglo XX entre los Orubas y los Mangbetu, entre otros, de AFRICA CENTRO-OCCIDENTAL se mantenían las costumbres deformadoras.
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Representaciones de deformación craneal de distintos contextos culturales. Sala Africa-Oceanía-América, Museo del Louvre, París.
Mucho habría que decir sobre la riqueza de la deformación craneana en MESOAMERICA Y SUDAMERICA desde los Olmecas, Mayas, Cultura Paracas, Thiahuanacus…. Mencionar que se han descrito deformaciones en AMERICA DEL NORTE entre los Flats Heads de COLUMBIA y los Macas al noroeste de Washington. En Vancouver (CANADA), en gran parte del CARIBE (TAHITI, CUBA, ANTILLAS...).
Hemos querido mencionar, como dijimos al principio de esta exposición, los hallazgos fuera del contexto clásico meso y sudamericano, enclaves estos donde los hallazgos de cráneos con deformación intencional no son comparables ni en profusión ni en variabilidad.
Ante esta dispersión de referencias documentales y restos humanos con huellas deformadoras, las preguntas eran:
- ¿CUAL ES EL VINCULO HISTORICO DE LAS PRACTICAS DEFORMATORIAS A LO LARGO DEL TIEMPO?.
- ¿COMO SE DIFUNDIO ESTA COSTUMBRE ENTRE LUGARES TAN DISTANTES?.
- ¿CUAL ES EL MODELO ORIGINAL QUE SIRVIO DE REFERENCIA?.
- ¿ES UN MODELO COMUN Y POR LO TANTO PANCULTURAL?.
- ¿SI ESTO ES ASÍ, EXISTEN REFERENCIAS O INDICIOS ARQUEOLÓGICOS QUE VINCULEN ESTE MODELO COMUN Y ANCESTRAL CON LAS COSTUMBRES DEFORMATORIAS?.
Estas preguntas fueron las CLAVES iniciales de nuestra investigación, pues abrían una línea diferente que comprendimos había de ser contemplada con la visión del Panculturalismo. Por otro lado, NO EXISTE EN LA ACTUALIDAD un ser humano que posea los rasgos completos de ESTE MODELO, a excepción de los referidos Síndromes Craneosinostósicos con sus rasgos acompañantes. Es este hilo conductor el que desarrollamos en la Hipótesis Fisiopatológica de la deformación craneal, aunque esta Hipótesis abre puertas a otras preguntas, pues ya hemos referido que no explica el VINCULO ORIGINAL entre el concepto de RASGOS SAGRADOS y LINAJE DISTINTIVO.
Se mostraba ante nosotros una especie de PUZZLE PANCULTURAL que habíamos de reconstruir desde una perspectiva diferente. Para ello recogimos documentación bibliográfica, iconográfica y fotográfica sobre el terreno, en un periplo que nos llevó por distintos países, tanto de Europa, como de América, así como de Asia y de África.
Con respecto a los INSTRUMENTOS DEFORMADORES, variaron según la época y la ubicación geográfica. Básicamente pueden ser cefálicos o corporales (cunas). Y empleando gran variedad de materiales, como tablas, correas, bandas, fajas, almohadas, gorros de cestería, o anillos metálicos…, todos ellos destinados a comprimir la cabeza del infante.
CONCLUSIONES
- La deformación craneal intencional es una práctica PANCULTURAL.
- Se usaron técnicas e instrumentos deformadores que variaron según la época y el contexto cultural, pero vinculados por la obtención de rasgos físicos comunes.
- Existen referencias y/o evidencias antropológicas de su implementación desde la Prehistoria hasta nuestros tiempos actuales. LA DEFORMACION CRANEAL INTENCIONAL FUE PRACTICADA A LO LARGO DE TODO LA LINEA HISTORICA DE LA HUMANIDAD.
- La prácticas deformatorias están relacionadas con LOS ORIGENES DEL CONCEPTO JERARQUICO EN LA HUMANIDAD.
- Parecen emular un MODELO HUMANO NO EXISTENTE en la actualidad, pero que tiene su reflejo en Síndromes Congénitos que se asociaban a las representaciones de dichas Jerarquías.
- El sentido mágico-creencial que originó estas costumbres perdió su vinculación inicial con las clases regentes y pasó a ser una práctica menos traumática y radical ligada a una imagen con connotaciones de distinción social. En este punto, SE HA PRODUCIDO UNA MANIFIESTA VARIACIÓN CON EL TRANSCURSO DEL TIEMPO, JUSTIFICANDO LA DEFORMACIÓN INTENCIONAL CON MOTIVOS DIFERENTES, MÁS CONCRETAMENTE ESTÉTICOS Y NO JERÁRQUICOS.